7 Castellano

Un viaje  Hoy por la mañana temprano se levantó Carme para ir a A Coruña.  Tiene allí una amiga y la va a ver para que le deje unos temas de oposiciones.  Tuvo que ir primero a la aldea y allí coger el tren.  Cuando bajó del coche de línea se fue para la estación a sacar el billete.  No tuvo que esperar puesto que era temprano y en cuanto abrieron la taquilla y sacó el billete se fue a la cantina a tomar un café con leche.  Por las vías andaban ferroviaros trabajando.

A las diez  en punto vino el tren pero no pudo salir, según decían en el vagón, tenía que esperar el cruce con el exprés.  Pasó rugiendo sin detenerse, casi al mismo tiempo, el jefe de estación les dió la salida. Iban pocos en aquel vagón, y no le dieron mucho trabajo al revisor cuando pasó a picar los billetes.  Se cruzaron más adelante con un correo y con un automotor y sin más novedades, llegaron a  A Coruña.

El viaje de vuelta fue más rápido puesto que lo hizo en un coche de línea que no tenía muchas paradas.  Le tocó un asiento con ventanita y lejos de la puerta. El cobrador andaba agobiado dando billetes y de vez en cuando tenía que subir a la esalerilla para dar algún bulto de los que iban encima del coche.  La carretera era buena, asfaltada, menos un trozo en que estaban os obreros arreglando cunetas, unos kilómetros antes de llegar a la aldea.

¿No es verdad que viajes así hacen hervir la sangre a un santo?